La canción de alabanza de Simeón
Rembrandt van Rijn
1631
José y María han ido al templo para presentar a Jesús recién nacido ante Dios. En el templo, Simeón reconoce en el niño al esperado Mesías. El anciano toma al pequeño en sus brazos y entona un canto de alabanza. La luz divina que baña a Simeón parece emanar del propio infante.
Rembrandt pintó esta escena con veinticinco años, cuando aún vivía en Leiden. Ese mismo año se trasladaría a Ámsterdam, donde sus obras adoptaron dimensiones mucho más grandes y empezó a pintar retratos.
oil sobre panel
60.9 x 47.9 cm.
Colección Guillermo V, transferido 1816